Cuando se trata de elegir donde van a estudiar los “ya no tan pequeños” de la casa, ¿cuáles son los mejores criterios a tomar en cuenta?

Escoger un colegio es una de las decisiones más importantes y relevantes que podemos tomar en la vida de los adolescentes del hogar. Es donde van a pasar la mayoría de sus años formativos, donde van a hacer amigos, donde van a crecer y donde van a prepararse para el mundo adulto que les espera en tan solo unos años. Dicho eso, ¿qué recomendaciones, tips o trucos podemos aplicar para mejor elegir la que será la segunda casa de nuestros hijos e hijas por los próximos años? 

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Cuando se trata de elegir un colegio para nuestros hijos e hijas, al igual que con todas las grandes compras de la casa, mi primera recomendación es hacer una lista de pros, contras y consideraciones. 

Esta lista debe comprender todos nuestros pensamientos respecto al potencial colegio, lo que nos atrae de él, lo que nos preocupa y lo que lo hace especial  comparado a otros contendientes. Costo, currículum, reputación, distancia de la casa, conexiones familiares con la institución, recomendaciones de amigos o conocidos de la familia son todos puntos válidos que deberían ser tomados en cuenta cuando esté haciendo esta lista. 

Nada es demasiado pequeño o insignificante para no ser incluido, ya que lo que hoy puede parecernos pequeño o insignificante puede ser importante en el futuro.

Pensar a futuro 

La elección de un colegio es una actividad que debería ser tratada como una compra a largo plazo, recordando que las condiciones y variables de la compra van a cambiar y madurar conforme pasan los años – literalmente. 

En la mayoría de ocasiones, vamos a elegir colegio para una persona que se encuentra a los 11 o 12 años de edad, esencialmente niños. Sin embargo, esta persona, a lo largo de los 5 años que toma la educación colegial, va a crecer y volverse un adolescente y eventualmente, un adulto joven, lo que significa que sus necesidades, practicidades y capacidades van a crecer y madurar conforme el tiempo. 

¿Qué significa esto? Bueno, por ejemplo, que los primeros años quizá vamos a tener que llevarle y traerle del colegio todos los días, pero conforme crezca puede que decida llevarse o devolverse solo a la casa. O quizá que quiera salir con sus amigos o invitar personas a la casa después del colegio, ¿cómo va a pasar eso si al colegio solo se llega con carro? ¿o si la ruta del microbús es sumamente larga?

Considerar al estudiante como un ser integral 

Como dijimos antes, el colegio se va a volver la segunda casa de nuestros hijos e hijas por al menos cinco años. Es donde se van a desarrollar, donde van a crecer y donde van a pasar la mayor parte de su tiempo despiertos y activos. Dicho esto, debemos siempre recordar que nuestros hijos son más que solamente matemáticas, ciencias y español. Un desarrollo integral, y un colegio que permita un desarrollo integral, es clave para que nuestros hijos e hijas puedan realizarse de manera completa como adolescentes y adultos jóvenes. 

Esto significa que debemos buscar colegios que vayan más allá de solamente el currículum tradicional de las materias básicas. Instituciones que fomentan activamente el deporte, las artes, las ciencias especializadas van a permitir un desarrollo más completo de nuestros niños y potencialmente garantizarles más oportunidades de vida después de graduarse

¿Qué otras recomendaciones tendrías ustedes cuando se trata de elegir un colegio para nuestros chicos en casa?